Afrocolombiano
INTERES GENERAL
El término Afrocolombiano
se utiliza para denominar a las personas que habitan en Colombia, descendientes de aquellos que fueron traídos como esclavos de África por los colonizadores españoles. Ganaron la libertad en 1851 tras la abolición de la esclavitud en
Colombia. Desde su llegada han contribuido enormemente a la cultura del país.
Hacia
mediados del siglo pasado la población negra se encontraba en su mayoría en las
dos costas: en los departamentos del Pacífico (Chocó, Valle, Cauca y Nariño) y en los de la costa Caribe
(Bolívar, Atlántico, Magdalena). En el último medio siglo un
sector numeroso de la población negra se ha asentado en las principales
ciudades del país.
El Departamento
Nacional de Planeación especifica como áreas socioculturales de comunidades
negras, las siguientes zonas: Costa Atlántica, Litoral Pacifico, Chocó, Atrato
medio, Zona minera de Antioquia, Magdalena medio, Valle del Cauca, Valle del Patía,
Urabá, San Andrés y Providencia, y el eje cafetero. Actualmente se estima que
del total de la población, el 29% es afrocolombiana, es decir, alrededor de
13’000.000 de habitantes, lo que ubica a Colombia como uno de los países de
América con mayor número de población negra, después de los Estados Unidos y el
Brasil. Los departamentos con mayor población afrocolombiana son Valle
(1’900.000); Antioquia (1’400.000) y Bolívar (1’300.000).
Los afro
descendientes son alrededor del 25% de la población, o aproximadamente nueve
millones de un total de 46 millones de personas. Las ciudades con la mayor población negra eran Cali (542.936), Cartagena de Indias (319.373), Buenaventura (271.141), Medellín (137.988), Barranquilla (116.538), Tumaco (129.491), Quibdó (100.007), Turbo (99.274), Bogotá (97.885) y Riohacha (44.841). Sin embargo estos
algunos expertos opinan que la población real afrocolombiana puede ser algo más
del doble de esa cifra. Siendo así Colombia el tercer país con la comunidad
negra mas importante del continente solo detrás Brasil y los Estados Unidos.
Dentro de la
población negra o afrocolombiana se pueden diferenciar cuatro grupos
importantes: los que se ubican en el corredor del pacífico colombiano, los
raizales del Archipiélago de San Andrés Providencia y Santa Catalina, la
comunidad de San Basilio de Palenque y la población que reside en las cabeceras
municipales o en las grandes ciudades.
Los primeros
residen tradicionalmente en la región occidental costera de bosques húmedos
ecuatoriales, cuencas hidrográficas, esteros, manglares y litorales; tienen
prácticas culturales propias de los pueblos descendientes de africanos entre
las que se destacan la música, las celebraciones religiosas y la comida; el
cultivo de la tierra tiene raíces fundamentalmente campesinas. En esta región
se encuentran los 132 Territorios Colectivos de Comunidades Negras titulados
hasta el día de hoy, los cuales ocupan un territorio de 4.717.269 hectáreas que
corresponde al 4,13% de las tierras del país.
El segundo, correspondiente a las comunidades raizales del archipiélago de San Andrés, Providencia de raíces culturales afro-anglo-antillanas, cuyos integrantes mantienen una fuerte identidad caribeña, con rasgos socioculturales y lingüísticos claramente diferenciados del resto de la población afrocolombiana. Utilizan el bandé, como lengua propia y como religión originaria la protestante.
El segundo, correspondiente a las comunidades raizales del archipiélago de San Andrés, Providencia de raíces culturales afro-anglo-antillanas, cuyos integrantes mantienen una fuerte identidad caribeña, con rasgos socioculturales y lingüísticos claramente diferenciados del resto de la población afrocolombiana. Utilizan el bandé, como lengua propia y como religión originaria la protestante.
El tercero, la comunidad de San Basilio de Palenque, en el municipio de Mahates del departamento de Bolívar, pueblo que alcanzó su libertad en 1603, constituyéndose en el primer pueblo libre de América, allí se habla la otra lengua criolla afrocolombiana: el palanquero. Este pueblo ha logrado existir, en parte, gracias al relativo aislamiento en que ha vivido hasta hace poco.
Los
departamentos con mayor porcentaje de afrocolombianos son Chocó, el
Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, Valle, Bolívar y
Cauca. Los que concentran aproximadamente el 50% de la población afro del país
son: Valle del Cauca, Antioquia y Bolívar. La población afrocolombiana vive en
la actualidad un proceso acelerado de migración hacia centros urbanos como
consecuencia del desplazamiento forzado ocasionado por el enfrentamiento de los
grupos ilegales, en las regiones de Urabá y del medio Atrato y por la expansión
de los cultivos ilícitos en las regiones de los ríos Patía y Naya; es así como
en las ciudades de Cartagena, Cali, Barranquilla, Medellín y Bogotá reside el
29,2% de dicha población.
MUSICA
A la música colombiana han contribuido géneros tan
importantes como la cumbia, el vallenato, el currulao y la champeta. Entre los músicos afrocolombianos se destacan Joe Arroyo, Pipe Pimienta, Wilson Manyoma, Alejandro Durán, Totó la Momposina, Leonor González Mina, Calixto Ochoa y Alexis Lozano, así como Jairo Varela y su internacionalmente reconocida agrupación salsera, el Grupo Niche.
La chirimía se utiliza para
denominar de manera general la música folclórica del departamento del Choco, la
cual encierra una variedad de ritmos, currulao, abozao, tamborito, son
chocoano, bambazu, levanta polvo, juga, etc.
Marimba, cununo, tamboras y guasa:
colección Museo Organológico del Departamento de Música de la Universidad
Nacional de Colombia, Bogotá.
DEMOGRAFIA
Oficialmente la cifras proporcionadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE,
Grupo etnico
|
Población total
|
Porcentaje total Colombia
|
Afrocolombianos (incluye población Mulata)
|
4.273.722
|
10,52%
|
Raizal
|
30.565
|
0,08%
|
Palanquero
|
7.470
|
0,02%
|
Total
|
4.311.757
|
10,62%
|
DEPORTE
Desde
las épocas más tempranas de la historia del deporte nacional figuran las
personas de los litorales Caribe y Pacífico, quienes han ejercido un
protagonismo especial en la consolidación de la práctica del fútbol, del
béisbol, del boxeo y del atletismo.
En el
deporte de nuestro país son muchos los afrocolombianos que han sobresalido. En
su mayoría gente de origen humilde; personas que durante su niñez y su
adolescencia pertenecieron a sectores donde la pobreza, la marginalidad, la
discriminación y la falta de oportunidades estaban a la orden del día.
Paradójicamente, estos hombres y mujeres afrocolombianos se han convertido en
héroes de la sociedad que los ha excluido. Sus triunfos encierran vidas
repletas de historias de marginación y racismo.
Algunos de
los mejores deportistas colombianos han sido de
origen afro, como la levantadora de pesas María Isabel Urrutia, quien ha sido la única
ganadora de medalla de oro olímpica para el país; Willigton Ortiz, Faustino Asprilla, Luis Carlos Perea, Adolfo Valencia "El Tren", y Freddy Rincón fueron futbolistas reconocidos
internacionalmente; Kid Pambelé, Rodrigo Valdez, los hermanos Prudencio y
Ricardo Cardona, Fidel Basa, Tomás Molinares, Rafael
Pineda, entre otros, fueron campeones mundiales de boxeo.
También destaca en el fútbol el ex jugador y ex entrenador de la selección colombiana Francisco Maturana Delio “Maravilla” Gamboa
Futbolistas:
Jorge
Enrique Gallego
Wellington
Ortiz
Freddy
Eusebio Rincón
Adolfo “El
tren” Valencia
Faustino
Hernán “El tino” Asprilla
Víctor
Bonilla
John Harold Lozano
Hamilton Ricardo
Edwin Arturo Congo
Johnnier
Montaño
Los Boxeadores:
Bernardo
Caraballo
Antonio
Cervantes “Kid Pambelé”
Rodrigo
“Rocky” Valdés
Fidel Basa
Santana
Jorge
Eliécer Julio
Miguel “El
huracán” Barrera Estrada
Los Beisbolistas:
Édgar
Enrique Rentería
Jolbert
Alexis Cabrera
Orlando
Cabrera
Los Atletas:
Wilmar Mayo
Lozano
Norfalia
Carabalí
Luis Carlos
Lucumí
María Isabel
Urrutia
POLITICA
En el campo de la política se destaca la ex senadora antioqueña Piedad Córdoba.
Igualmente te se destaca en la política
la deportista María Isabel Urrutia que después de abandonar la
actividad deportiva se ha destacado como líder política siendo elegida como
representante de los afrocolombianos en la Cámara de Representantes. También el
comentarista deportivo y político, Edgar Perea.
HISTORIA
Durante casi
dos siglos, la historia que se enseñó en las instituciones educativas
desconocía por completo los aportes y los logros de los afrocolombianos. En los
textos de enseñanza sólo se decía que venían de África como esclavos y que hoy en día habitaban las zonas más pobres del país.
Sin embargo, la historia del pueblo afrocolombiano es tan larga y compleja como
la de su propio país. Desde las primeras rebeliones, su colaboración (y resistencia)
a la causa libertadora, el esfuerzo por crear el Departamento del Chocó como entidad autónoma, hasta
el establecimiento de la Cátedra Afrocolombiana y el reconocimiento del Palenque de San Basilio como Patrimonio de la humanidad, sus logros y sus luchas han
sido tan continuas como invisibilizadas.
La población negra de Colombia se constituye
con los descendientes de africanos de las etnias provenientes del África
ecuatorial, esclavizados y traídos a América desde la época de la Colonia, en
el siglo XVI. Su llegada tiene lugar dentro de los inicios del capitalismo
mundial, cuando la colonización europea introduce esclavos en el continente americano
para la explotación de materias primas como el algodón, azúcar, arroz, tabaco
entre otros. Ingresan legalmente al país por Cartagena de indias, haciendo
parte de la trata de negros, en un mercado dominado por holandeses y portugueses;
como contrabando, llegan por el Litoral Pacifico a Buenaventura, Charambirá y
Gorgona, o por el Atlántico a las costas de Riohacha, Santa Marta, Tolú y el
Darién.
Hasta 1550,
el asentamiento de población africana en el que hoy es el territorio colombiano
era escaso y se limitaba a pequeñas poblaciones de litoral Caribe. A finales
del siglo XVI, la mano de obra para la explotación minera era en su mayoría de
origen africano, sustituyendo de este modo al indígena en estas labores, debido
al rápido descenso poblacional de los aborígenes y a las disposiciones de la
Corona en cuento a su protección. También se les incorpora a otros trabajos
como la agricultura, las artesanías, la ganadería y el servicio domestico. Sin
embargo, también eran objeto de operaciones de inversión y de las modalidades
de compra y venta o de alquiler de fuerza de trabajo, así como, créditos,
permutas, trueques, hipotecas e incluso pago de servicios.
Así pues el tráfico
esclavista se impone en las Antillas como puente de entrada al continente ante
la escasez de mano de obra aborigen aniquilada por los españoles. En 1513 se
establecen la primeras medidas para la trata de negros a gran escala, periodo
conocido como el de las Licencias, que consistía en cobrar un impuesto de dos
ducados por esclavo introducido en las indias, lo que necesitaba una licencia
previa que representó una importante fuente de ingresos para la Corona. En 1789
se opta por la libertad del comercio de la mano de obra esclava por lo que la
oposición inglesa a la esclavitud y los movimientos independistas americanos,
debilitan el comercio y favorecen su gradual extinción.
Los
afrocolombianos fueron ubicados en zonas cálidas, selváticas o en las costas,
en ambientes similares a los de su natal Nigeria, Gabón, Congo, entre otros. La
mayor concentración se encuentra actualmente en las zonas costeras de la región
del Pacifico (Departamentos del Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño) y del
Caribe (departamentos de La Guajira, Magdalena, Atlántico, Bolívar, Cesar,
Córdoba, Sucre y Antioquia). Así mismo, se sitúan en las regiones cálidas de
los valles del Magdalena, Cauca, San Jorge, Sinú, Cesar, Atrato, San Juan,
Baudó, Patía y Mira. Algunos enclaves de antiguos palenques, haciendas, minas,
o plantaciones bananeras, son hoy en día, núcleos significativos de población
negra en casi todas las regiones del territorio colombiano.
La trata de
esclavos africanos
A fines del
s. XVI se inició la trata de esclavos africanos; se le permitió en el
territorio de la corona española para suplir la mano de obra indígena en claro
declive demográfico. La esclavitud existía en África desde el principio de su historia y a nivel local,
pero adquirió la dimensión de comercio transnacional con la llegada de los europeos. Los colonizadores hacían acuerdos verbales con
los jefes zonales, e intercambiaban mercancías por esclavos, en especial personas procedentes de la costa centro occidental africana.
Una generación completa de pobladores locales fue forzada a hacinarse en sitios
oscuros y malsanos mientras llegaban los comerciantes. Después se les apiñaba en
barcos de varias cubiertas, hombro con hombro, sin un lugar donde hacer
adecuadamente sus necesidades fisiológicas, y encadenados en todo momento y sin
excepción, incluso si se producía el hundimiento del barco negrero. Muchos
mataron a sus hijos, ayunaron hasta morir o se lanzaron al
mar antes de permanecer en esa situación
La trata de esclavos negros
fue un negocio muy rentable para las potencias europeas.
Cerca de la
ciudad de Cartagena el destino principal de los
esclavos en América, el negrero los lavaba y
alimentaba mejor para obtener mejores ganancias. Al desembarcar se les llevaba
al mercado donde se les exponía al público y se ponía en evidencia su nueva
condición de mercancía. De Cartagena de Indias partieron entre 150 mil y 120
mil africanos esclavos hacia lo que hoy es Venezuela, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú Una vez en tierra, las familias
eran separadas sin ningún miramiento, se procuraba que no quedaran dos o más
individuos de una misma etnia, tribu o de la misma lengua en un mismo lugar, y
se les prohibía ejercer sus más simples manifestaciones culturales. Los
africanos esclavos traídos a Colombia entre 1553 y 1580 que provenían de la
costa de Guinea, y fueron llamados guineas o mandingas. Entre 1580 y 1640 fueron gentes bantú llamados congós, luangos o
angolas; y desde mediados del siglo XVII se dio la entrada de los ewe-fon del otrora reino Dahomey conocidos como ararás o
jojóes. Durante el siglo XVIII fueron traídos mayormente akanios y Ashanti de Ghana, a quienes denominaban minas,
y yorubas de Nigeria a quienes se les llamó
carabalíes, lucumíes o chalaes
Primeros
levantamientos
La lucha de
los cimarrones señaló el camino de independencia a Colombia. Hoy no podemos
entender la revolución de los comuneros y el movimiento de independencia
dirigido por Bolívar si no los alimentamos con la historia de los palenques.
Cimarrones,
libres y libertos dieron un vivo apoyo al movimiento insurreccional de los
comuneros. Una vez firmadas las capitulaciones de Zipaquirá que desmovilizaron
el levantamiento, José Antonio Galán inició una intensa campaña por el Cauca,
Magdalena y Antioquia ocupando haciendas, liberando esclavos e instigando su
rebeldía. En la hacienda La Niña, los comuneros de Tumaco liderados por el
negro Vicente de la Cruz siguieron este ejemplo y se levantaron el 7 de
noviembre de 1.781. Sofocada la rebelión comunera de Túquerres y otros pueblos
del sur de Nariño, el liberto de Barbacoas, Eusebio Quiñones, huyó y se
escondió en los montes. Años después salió a combatir con las fuerzas
libertadoras cayó en medio de sus filas en la batalla de Genoy.
Participación
en la Campaña de Independencia
El libertador Simón Bolívar firmó en Trujillo el decreto de "guerra o muerte" entre españoles y americanos el 15 de diciembre de 1813. Poco tiempo después, para atraer a esclavos y libertos, les ofreció la libertad absoluta si se sumaban al ejército de la independencia. Muchos hombres confiaron en esta promesa y se sumaron al ejército del libertador.
En la lucha
por la independencia sobresale el afrocolombiano José Prudencio Padilla gran estratega de guerra,
conocedor del manejo de los vientos. Su aporte fue valioso para el triunfo del
ejército libertador en varias batallas. Esperaba, como todos los
afrocolombianos, que al ganar la guerra conseguirían la libertad para todos los
esclavizados.
En un
momento de crisis del ejército por falta de recursos económicos y de personal, Simón Bolívar busca ayuda en Haití, primer país latinoamericano
libre. El entonces Presidente Alejandro Petion le responde positivamente, le facilita personal y pertrecho; a cambio,
le pide a Bolívar abolir la esclavitud en Colombia si logra la independencia.
Situación
posterior
El
libertador se comprometió con Petion pero no cumplió su promesa. Su traición se
hizo visible en el congreso de Cúcuta donde Antonio Nariño, vicepresidente
interino de la república y representante del Presidente, hace conocer su
propuesta de Manumisión de los esclavos. Puede asegurarse que no hizo mayor
esfuerzo para que el congreso aboliera la esclavitud, cambió la libertad
absoluta prometida por la " LIBERTAD DE VIENTRE": Los hijos de
esclava que naciesen a partir de 1821 alcanzarían la libertad y sólo después de
cumplir 18 años y pagar los gastos de su manutención. Además, se estableció que
todos los recién liberados debían someterse a la tutela de un blanco que les
diera trabajo.
Luego de la
ley de libertad de vientre, los esclavistas se idearon otra contra la vagancia,
para obligar al liberto a trabajarles. Cualquier persona blanca que encontrara
un negro en la calle, podía acusarlo de vago y llevarlo a la cárcel. Ahí
cualquier rico pagaba por su excarcelación y el supuesto liberto era forzado a
trabajar en las haciendas o minas en las mismas condiciones de esclavitud.
CULTURA
Gastronomía
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El arte de cocinar es parte notable de la identidad de los pueblos
afrocolombianos. La sazón de la comida de los litorales y de los valles en
donde habitan se destaca por la fina mezcla de aromas y sabores combinados
con sensibilidad e imaginación. Sus cocinas se engalanan con toda clase de
utensilios, elaborados especialmente para cernir, rayar, escurrir, moler,
picar, adobar o servir. Bateas, pilones, rallos y susungas danzan entre las
manos de las mujeres afrocolombianas para deleitar cada día con sus arroces
encocaos, alegrías de millo, quesos fritos, rondones y mil delicias más.
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Idioma palenquero; cultura afrocolombiana
La cultura palenquera mezcla
tradiciones africanas y criollas.
El criollo palenquero es una lengua criolla que se
habla en el Palenque de San Basilio, en el departamento de Bolívar, a 50 kilómetros de Cartagena de Indias, el cual es habitado por los
descendientes de los cimarrones que se liberaron de la esclavitud, bajo el
liderazgo de Benkos Biohó, al finalizar el siglo XVI y
a comienzos del siglo XVII. Las condiciones de relativo aislamiento en las que
permaneció el palenque permitieron el desarrollo de una lengua propia. La
lengua del palenque es la única lengua criolla de base léxica española que ha
sobrevivido en el Caribe. Por esta razón se le reconoce como una reliquia
lingüística. La base de esta lengua está conformada por las diversas lenguas
africanas habladas por los ancestros de los fundadores del palenque de San
Basilio. Según los expertos, en la lengua criolla palenquera existe una gran
influencia de las lenguas bantúes del África Central, en especial el kikongo y el idioma kimbundu. Vocablos como ngombe, que significa ganado; mona, que significa niño o
niña; y muchos otros son prueba de ello. Así surgió el palenquero, que fue un
instrumento de resistencia cultural para los cimarrones asentados en el
Palenque de San Basilio.
La lengua de
los palenqueros ha sido estigmatizada durante mucho tiempo. Hasta hace pocos
años, en la escuela se prohibía a los niños y niñas hablar en la lengua que
habían aprendido en sus hogares. Se le consideraba un español mal hablado. Esta
actitud se inscribe dentro de una larga trayectoria de discriminación hacia los
descendientes de los africanos en todo el mundo. Sin embargo, hoy por hoy, se
llevan a cabo proyectos para que los niños y jóvenes palenqueros aprendan su
lengua en la escuela al mismo tiempo que el español.En 2002, este idioma fue
propuesto por el estado como Obra Maestra del Patrimonio Intangible de la
Humanidad;en 2005, la UNESCO le otorgó
el reconocimiento a todo su espacio cultural en su tercera proclamación.
Todos los pueblos crean símbolos, valores, actitudes, habilidades,
conocimientos, formas de comunicación y bienes materiales. Este conjunto de
saberes y prácticas es lo que la antropología define como cultura